¿Qué pasa con la basura que generamos?

¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con la basura que generamos? ¿A dónde va a parar?


Detente un minuto y ponte a pensar en aquello que hoy has tirado al bote de basura: ¿Usaste toallitas desmaquillantes? ¿Comiste algo con envoltura? ¿Pediste algún producto de una paquetería? Ahora visualiza que cada persona de tu ciudad tiene un consumo similar. 


Nuestros patrones de consumo y nuestra cultura de desecho (uso una vez y tiro), provocan una generación masiva de basura en el mundo. 


Esta basura, conocida también como residuos sólidos urbanos, no solo afecta al bolsillo de nuestros gobiernos y a las localidades aledañas a su destino final, sino que también tiene un costo ambiental altísimo que nos impacta a todas las personas y seres que habitamos el planeta. 

¿Cuánta basura generamos?

En promedio, se estima que en México una persona produce casi ¡1 kg de basura al día! Y si lo pensamos en términos de lo que contaminamos a lo largo de nuestra vida, bajo el supuesto de que viviéramos 85 años, entonces estamos hablando de que produciremos 35 toneladas de residuos sólidos, lo que equivale aproximadamente en volumen a ¡casi medio millón de latas de aluminio! 


En México, al año se generan más de 42 millones de toneladas, lo que equivale a 231 veces el estadio de fútbol más grande de México o 175 veces el volumen de la pirámide del Sol de Teotihuacán. Ahora imagina 4,580 automóviles apilados: eso es lo que se produce de basura en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) diariamente (5,500 toneladas). Y lo más alarmante es que estas cifras van en aumento.

¿A dónde se va la basura?

Vemos entonces, de entrada, un problema con nuestros patrones de consumo. Pero, además de eso, se levanta la interrogante de lo que estamos haciendo con tanta basura generada. 


De acuerdo con Ciencia UANL (2019), en países como México hay tres tipos de sitios de disposición final:


  1. Relleno sanitario
  2. Sitios controlados
  3. Tiraderos a cielo abierto


Ni en los sitios controlados ni tiraderos hay control sobre los lixiviados ni la emisión de gases a la atmósfera. Además, los tiraderos atraen y propician la proliferación de insectos, aves y mamíferos con potencial de transmitir enfermedades.


En el AMG, existen distintos vertederos de basura como Los Laureles (ya clausurado), Picachos y Matatlán. Sitios rebasados en capacidad y cada vez con menor espacio físico para recibir la basura que lejos de disminuir, aumenta cada año. Las zonas aledañas a estos sitios enfrentan consecuencias graves de contaminación que impactan en su salud y calidad de vida. 


¿Qué iniciativas existen para mitigar este problema?


  1. GloLitter. Existe una iniciativa nueva liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Gobierno de Noruega, la Organización Marítima Internacional (OMI) y a la que se han sumado 30 países llamada proyecto GloLitter. Dicha iniciativa tiene como objetivo prevenir y reducir la basura marina de sectores del transporte marítimo y la pesca, particularmente el plástico.

  2. Bolsas de plástico. En 2020, la Ciudad de Nueva York prohibió las bolsas de plástico de un solo uso, con motivo de proteger la vida silvestre y el medio ambiente del Estado, en el que se usan 23 mil millones de bolsas de plástico al año.

  3. Lucha contra el poliestireno. Chile prohibió este año la importación y distribución de poliestireno (también conocido como hielo seco o unicel). Este material no es biodegradable y es sumamente complicado de reciclar.

  4. Cobro de impuestos.  En 5 países de América Latina se ha implementado el cobro de impuestos ambientales, tarifas o cargos por eliminación de desechos sobre plásticos de un solo uso.

  5. Basura cero. El gobierno de la Ciudad de México inició un programa en 2020 para prohibir la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico desechables al consumidor. En caso de incumplimiento, existen sanciones económicas.


¿Qué puedo hacer yo?

Para empezar, es importante cuestionarnos sobre nuestros propios patrones de consumo. ¿Qué de lo que consumo tiene una vida útil muy corta o de un solo uso? ¿Es necesario todo lo que estoy consumiendo? ¿Puedo cambiarlo?


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Además de estos cambios individuales, otras acciones que podemos realizar son el contagiar a las demás personas a que adopten nuestros comportamientos de cambio, así como pasar la voz para que más personas se enteren de los proyectos que están ocurriendo para el medio ambiente y se vuelvan parte. 


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